Cuatro años y
muchas voces
Laura
Fierro Evans
15
enero 2016
“El
agradecimiento es la memoria del corazón”.
Lao
Tsé
La vida es sueño, sí. Hagakure es muestra clara para mí
de que soñando creamos el mundo y que la capacidad de soñar es la más
importante que me ha llevado a estar el día de hoy celebrando logros,
relaciones, aprendizajes, metidas de pata, voces internas y externas
facilitando y sirviendo de oportunidad para crecer, cayendo y levantándome,
creando y explorando.
Inició como nombre de un taller
en Santiago de Chile y se convirtió en el nombre de la empresa. Hagakure
Leadership & Coaching. El significado de Hagakure “oculto bajo las hojas” y
la metáfora tan evidente de mi trabajo como coach y consultora me cautivó. La
mente del samurái y la sabiduría de guerreros milenarios me mostraron el mapa
de ruta. El deseo de ofrecer a mis clientes de empresa un modelo original,
fácil de recordar y aplicar, con el cual pudieran crear entornos de mayor
efectividad y armonía laborales, me condujo a escribir, además de desarrollar
metodologías, propuestas, estrategias y materiales que cumplan con dos
objetivos: facilidad en la comprensión y profundidad en la reflexión.
Si hacemos sumas, el día de hoy tenemos 145 profesionales
certificados en Competencias de Coaching en México y República Dominicana. 118
gerentes y directivos de empresas públicas y privadas certificados como Líderes
sin Fronteras®. Varios registros de marca y derechos de autor. Un libro en
español y en inglés y un siguiente por entrar a la editorial.
Más de 800 personas atendidas en eventos gratuitos en la ya
tradicional Semana Internacional del Coaching durante estos cuatro años en el
mes de mayo en Querétaro, México ya sea en talleres y conferencias presenciales,
virtuales o en sesiones gratuitas de coaching. Aproximadamente 500
participantes en foros internacionales que han conocido el sistema Hagakure® y
los Estilos Guerreros®. Colaboración y apoyo con procesos de coaching con
Inroads de México como miembros de la ICF, atendiendo a más de 50 jóvenes por
egresar de la universidad.
Más de 500 aplicaciones del Inventario de Estilos Guerreros® con
personas de casi 30 nacionalidades, validado científicamente en la tesis
doctoral de mi colega asociado Carlos Ortiz Vancini. Programas cerrados de
Desarrollo de Competencias Gerenciales, de Certificación en Coach interno y
Líder Coach. Una generación de egresados en Rep. Dominicana del Master de
especialización en las Voces interiores. Un evento en Querétaro que abrió el
espectro de acciones de Hagakure a la experimentación en “El Cuerpo como
espacio de transformación” y creó oportunidades de trabajo interdisciplinario
con reconocidos profesionales en México. Abriendo puertas, incorporando voces,
generando movimiento.
Casi dos años de colaboraciones periódicas en el programa
radiofónico Integra Padres en 92.7FM, y
los artículos para distintas publicaciones en Argentina añaden aún más motivos
de estar agradecida.
En el camino del guerrero, alcanzar la meta es mucho menos
importante que el camino recorrido, pues cada día las metas van y vienen y lo
único cierto son los pasos que se están dando en este preciso momento. Para el
guerrero, uno de sus principales valores es la gratitud. Agradece el
entrenamiento y haber salido de las batallas con aprendizajes oportunidades de
ser mejor. Así me siento hoy, llena de gratitud.
Seguramente hay cosas que estoy olvidando añadir a este ejercicio
de sumas. Pero lo que más me parece relevante es que somos 25 colegas en 11
ciudades distintas del continente con un caudal de experiencia a quienes debo
mucho aprendizaje, desarrollo y creación de oportunidades. Si no los menciono a
todos, los llevo de todas formas en el corazón y su aportación es muy especial
para mí.
Al dar el primer paso de nombrar a Hagakure, apareció mágicamente
en mi camino con su increíble
creatividad y chispa Pilar Padilla, quien generó la imagen, las varias
versiones de la página web, Facebook, Twitter, las ilustraciones de mis libros
y lo que se acumule esta semana. Pilar es para mí tesoro invaluable y una voz a
la que siempre escucho con mucha atención por todo lo que aprendo de su forma
de ver lo que hacemos y cómo lo presentamos. Por los aprendizajes hechos y los
que vendrán, por la cercanía y la distancia, por los viajes juntas, los
proyectos de coaching y las voces internas exploradas, gracias.
Dos fuerzas de empuje, emprendimiento y visión a resultados
movieron muchos de los engranajes de arranque de Hagakure. Rosy Vargas y Carla Gaya, gracias por la amistad, la complicidad,
la capacidad de crear estructuras efectivas y a visualizar los grandes
proyectos como algo natural y fácil de llevar con tan sólo tener la
organización adecuada. Por los encuentros y desencuentros, la unidad y la
diversidad, su contribución a lo que hoy es Hagakure es invaluable. Gracias.
Una intención ha marcado las acciones de Hagakure: La creación y
promoción de la comunidad como base del aprendizaje y la transformación de
individuos y organizaciones. Tomada del ejemplo de Rodolfo Loyola, incansable
promotor de comunidades desde distintos derroteros, ejemplo de claridad de
propósito. Gracias.
A Carlos Ortiz, por todo lo que está emergiendo, en especial su
decisión de validar científicamente en su tesis doctoral el Inventario de Estilos
Guerreros® en que observó un gran potencial desde su primera versión. Por el
riguroso análisis del detalle y la visión de crecimiento y expansión de
Hagakure, gracias.
Al equipo de mentor coaches de nuestros programas, que desde los
lugares más apartados del planeta se conectan puntuales para tener sus sesiones
con los participantes y compartir su increíble sabiduría y lo mejor de su
persona desde la humildad y generosidad. Gracias, Fernando Sabatini y Sandra
Gutterman, fuertes impulsores del modelo
en Argentina; Pilar Galván primero en Alemania, luego en México o en Indonesia
siempre solidaria y presente; Cecilia Cosamalón en Perú promoviendo la
profesionalización y la congruencia del equipo, Illary Quinteros, nuestra nueva
habitante de Alaska, versátil, multinacional, alegre y profunda. Raúl Mendoza,
por tantos años de construcción previos, tantas vivencias y solidaridad. Mónica
Saravia, por la amistad y el afecto de años, la agudeza y la profundidad de sus
análisis, que siempre tienen el componente de divertirnos trabajando juntas. A Damián
Goldvarg, por las conversaciones, asesorías, mentoreos y apoyo como amigo y
como colega; gran impulsor y promotor de mi trabajo en eventos internacionales
de la ICF. A cada uno, gracias.
A las que una vez fueron alumnas y ahora colegas asociadas en
República Dominicana: mis Montras Rose Mary Cruz y Teresa Sánchez; Edith
Smester, Darly Solís, Elizabeth Martínez, Yadira Fernández. Y seres maravillosos
como Martha Beato que tanto han impulsado la consolidación de la Escuela
Hagakure en ese país. A ritmo de bachata, gracias.
A mi equipo actual fresco, lleno de energía y entusiasta, creando,
descubriendo, compartiendo. Ale, Maxi, Hellen, Marisol, gracias por creer en
esto y ser parte de este proyecto. Norma Echanove, por la alegría del
reencuentro. Gracias.
Y por supuesto, cada persona que ha pasado por un proceso de
coaching, cada participante de algún taller o programa, cada alumno de las
certificaciones, por haber confiado en nuestro trabajo y profesionalismo, a ustedes
se debe todo esto que hemos orquestado y que hoy celebra cuatro años de tener
un nombre: Hagakure. Gracias. Gracias.
©Laura Fierro Evans, 2016
laura@sistemahagakure.com
@laufierroe
Publicar un comentario